Vegetarianos. Abstemios. Trabajadores.
Pero es lo cierto que los casos de longevidad más extraordinarios se registran entre las gentes sobrias y de vida regular.
Un centenario vegetariano convencido fue Jean Causeur (ciento treinta años), de profesión carnicero. Un contemporáneo suyo, el cura de Nastrigues, Pierre la Barrière, escribía a los ciento cuatro años que su alimentación había consistido siempre en legumbres, ajos, cebollas y otras cosas groseras. «He trabajado toda mi vida arduamente y he dormido siempre en lecho duro».