Los cafés en España

María Mestayer de Echagüe
«Marquesa de Parabere»

Los cafés en España[95]

En España teníamos tabernas y botillerías, mas los primeros cafés que se establecieron en Madrid fue a principios del siglo XIX. La costumbre de frecuentarlos no arraigó hasta muy entrado dicho siglo. Tardó en imponerse porque las gentes timoratas lo criticaban duramente.

Sentarse en un café era poco señor, y esto tratándose de hombres, pues a las mujeres les era completamente vedado…

Pero, a pesar de la violenta oposición de la gente timorata, los hombres fueron acostumbrándose a frecuentarlos, les gustaron y bien pronto formaron sus tertulias, algunas muy célebres, de artistas, literatos o políticos.

Como decíamos antes, las más reacias en admitir la innovación fueron las mujeres, pero también acabaron por concurrir a ellos. Desde luego que donde primero se aclimataron fue en Madrid y Barcelona. En las capitales de provincia tardaron más aún y se convirtieron en peñas de amigos (con exclusión de las mujeres), donde generalmente se jugaba y se poliquiteaba, siendo los más asiduos concurrentes los viajantes de comercio, los militares y los funcionarios ajenos al lugar, pues hasta bien entrado el siglo XIX las reboticas y las trastiendas eran el lugar de las tertulias y de las partidas de tresillo…

En 1808 se instaló en Bilbao, en los pórticos de la plaza Nueva, el café Suizo, que ha perdurado hasta estos últimos años. Conservaba la enseña de aquellos tiempos, y resultaba muy curioso el atavío del mozo de café y del heladero (con un hermoso sorbete en la mano) colocados a ambos lados del escudo donde iba puesto el nombre de café Suizo.

El primer dueño fue un suizo, de la Suiza italiana, y sus sucesores también lo eran. Se modernizó poco…

El primer café barcelonés lo instalaron en la calle de Escudillers unos italianos en el año 1840. A este café siguieron después los que se abrieron en los pórticos de Xifre, precursores del Biscamps y de la horchatería del tío Nelo, ambos de fecha muy posterior; en 1859 se inauguró igualmente en Barcelona el café Español, en la plaza Real; después fueron multiplicándose hasta los que hay hoy día…

Nada de extraño tiene que en España los cafés al estilo moderno tardaran en implantarse; hay que tener en cuenta el retraso que nos ocasionaron las guerras napoleónicas y las consecuencias de éstas, que nos dejaron exhaustos y empobrecidos…