Humorismo gastronómico
Monsieur De Bellièvre, primer presidente del Parlamento de París, fallecido en 1650, era, a juicio de sus contemporáneos, un magistrado de mérito y un magnífico gastrónomo[212] que se jactaba de poseer los mejores vinos de París.
Un buen día, al salir del Tribunal se tropezó con el conde de Fiesque, que tenía un pleito en litigio. Dicho conde, al que acompañaban dos amigos, le presentó un memorial en el que había escrito: «Suplicamos a monseñor el primer presidente ordene a su mayordomo nos sean entregadas seis botellas de su excelente vino de Borgoña, ya que hemos pensado beberlo el próximo domingo a la salud de Su Grandeza[213]». Bellièvre leyó atentamente el memorial y se lo devolvió al conde después de haber escrito en él: «Vale para doce botellas del mejor; participaré en el banquete».