Robado y burlado

María Mestayer de Echagüe
«Marquesa de Parabere»

Robado y burlado

El gerente de un gran restaurante parisino acostumbraba a girar una visita de inspección en sus locales cuando flojeaba el trabajo.

En una de esas inspecciones se tropezó con un muchacho como de catorce años que, instalado confortablemente, engullía un montón de galletas que tenía en un plato sobre las rodillas.

—¿Cómo te llamas? ¿Qué ganas a la semana? —rugió el gerente, indignado de tanta frescura.

—Me llamo Martín y gano 60 francos, señor.

—¡Muy bien! Pásate por la Caja que te paguen, y te vas.

Y sacando su carnet borrajeó un vale que entregó al muchacho, que, al parecer, quedó encantado y no protestó.

Al día siguiente el gerente recibió una nota del cajero notificándole que el vale había sido pagado, pero que no había podido borrarlo de las listas porque ese muchacho no formaba parte del personal de la casa.